Seguro que te suenan, fijo que has oído hablar de ellas en algún lado, incluso es más que probable que alguna amiga, o tu cuñada, te haya descrito la cantidad de beneficios que aportan las semillas de chía a la salud y lo encantadísima que está desde que las ha descubierto.
Pues bien, sí, las semillas de chía tienen su lado positivo (nutrientes cuya ingesta conlleva beneficios indudables para nuestro cuerpo serrano, control del apetito debido a su alto poder saciante y una ayuda extra para evitar los tan poco deseados 'antojos' o el 'picoteo' entre comidas) pero también tienen unos aspectos menos amables que, como en todo lo que atañe a la salud, es mejor conocer y tener en cuenta a la hora de incluirlas en nuestra dieta (si se ingiere en grandes cantidades puede provocar desde malestar gastrointestinal, como inflamación o distensión abdominal, hasta una reducción considerable en la absorción de calcio, hierro y otros minerales que nuestro cuerpo necesita. Además de contener de manera natural compuestos con función anticoagulante que si mezclamos con medicamentos de igual función podrían aumentar el riesgo de sufrir sangrados o hemorragias).
Pero, por favor, no te vayas a alarmar y antes de terminar de leer este artículo llames a tu amiga o a tu cuñada para decirle 'deja de tomar la chía que te está matando' jajajajaja.
No pretendo trasladarte ese mensaje ni muchísimo menos, que no cunda el pánico.
No hay alimentos buenos ni malos, hay alimentos que tomados en su justa medida aportan valiosos beneficios y enriquecen nuestra dieta. Hasta el alimento más saludable que puedas imaginar debe ser ingerido con mesura dentro de una alimentación variada y rica en productos naturales para no provocar la reacción contraria a la deseada.
Pero comencemos por el principio y antes de continuar pongamos cara a estas pequeñas semillas que tanto están dando que hablar, sobre todo en Instagram, donde rara es la galería de un/a 'foodie' que se precie en la que no aparezcan en forma de 'pudding' o como 'topping' en coloridas y apetecibles ensaladas de frutas o verduras.
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La chía o Salvia hispanica, es una planta herbácea de la familia de las lamiáceas. Nativa del centro y sur de México, Guatemala y Nicaragua. Se cultiva, al igual que el lino (Linum usitatissimum), para aprovechar sus semillas como alimento ya que son ricas en ácido graso alfa-linolénico omega 3.
Al sumergir las semillas de chia en un medio acuso (leche animal o vegetal, zumo de frutas o caldo) y tras un reposo de varios minutos, enseguida observarás que el líquido ha gelificado completamente debido a la acción de un polisacárido mucilaginoso que recubre dichas semillas.
Las semillas de chía tienen la cualidad de absorber agua hasta doce veces su propio peso, lo que permite, una vez consumida, que nuestro organismo prolongue su estado óptimo de hidratación.
También ayuda a modular el metabolismo de ciertos compuestos lo que significa un interesante beneficio para los diabéticos, y gracias a su fibra provoca un efecto favorable durante la digestión que previene y ayuda a aliviar episodios de estreñimiento.
¿Pero entonces qué cantidad es la recomendable si decido incluir las semillas de chía en mi dieta?
15 gr. diarios es la cantidad máxima recomendada para un adulto.
¿Dónde puedo comprar las semillas de chía y qué precio tienen?
Encontrarás las semillas de chía sin ninguna complicación en herbolarios y en la sección de productos dietéticos de supermercados. Yo suelo comprarla en Aldi, de la marca GuTBio, a parte de proceder de cultivo ecológico está muy bien de precio (4,79€- 500gr). Eso sí, ya te aviso de antemano que es prácticamente imposible pillarla, siempre que voy veo montañas de quinoa u otras semillas pero de la chía ni rastro. Te recomiendo que si la vas a usar de forma regular, aproveches y compres varios paquetes cuando la tengas a tiro para tener reservas durante una temporada.
¿Qué recetas puedo preparar con chía?
Mi favorita es una de lo más sencillo y que preparo a menudo para el desayuno, tan solo debes poner 15 gr de semillas de chía en un pequeño vaso, 1/2 cucharadita de canela en polvo, unas gotas de edulcorante o de sirope de Ágave y terminar rellenando el vaso con leche (yo uso desnatada de vaca pero puedes poner cualquier leche vegetal que te guste; de arroz, avena, almendras etc). Mezclas bien, dejas reposar unos minutos para que se forme el 'gel' del que hablábamos antes y lista para disfrutar ¡Está riquísimo y resulta muy saciante!
Por supuesto puedes incluir las semillas de chía en otras muchas recetas para conseguir postres deliciosos y verdaderamente ligeros, usarlas en repostería como ingrediente de bizcochos o galletas, espolvorearlas sobre ensaladas, platos de verduras o sopas, combinarlas con cereales y añadir especias y frutos secos. O simplemente añadir chía y unas gotas de extracto de vainilla a un yogur natural, fácil y delicioso, te lo aseguro.
Usa las semillas de chía como más te gusten y disfruta de los beneficios que te aportan.
¡Espero que te resulte útil!
1 comentario:
Gracias por la información. Pienso probarlas ya!!!
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