¿Pollo asado con pimientos? Una de esas combinaciones que, a pesar de su sencillez, jamás se me hubiera ocurrido hacer si no llega a ser porque unos amigos me hablaron sobre su delicioso resultado. Influenciada tal vez por la costumbre, jamás me había parado a pensar en lo práctico que resulta aprovechar el horno para asar unos buenos pimientos rojos (en mi caso, y habiendo nacido en Cantabria, pimiento de Isla por supuesto).
En la imagen los pimientos aparecen sin pelar aún, no quise tocar nada para que la foto fuera un fiel reflejo de la realidad. Y la realidad no es otra que un asado que huele a 'lomo de Ángel' y encanta a todo el mundo.
INGREDIENTES
·Un pollo entero y limpio
·2 buenos pimientos rojos para asar
·1 cebolla mediana
·Aceite de oliva
·Vino Blanco
·Sal y pimienta
ELABORACIÓN
1. Asegúrate de que el pollo esté bien limpio, colócalo en una fuente apta para horno.
2. Salpimenta el interior del pollo e introduce la cebolla (pelada) entera o partida por la mitad como más te guste.
3. Pon un poquito de aceite de oliva en tus manos y "masajea" el pollo para que al añadir la sal (que es el próximo paso) quede adherida.
4. Lava y seca los pimientos, frota también con aceite de oliva y sala.
Pon a cada lado del pollo, no te preocupes si de momento queda 'todo el tema muy apretado' porque a medida que se vaya asando perderá volumen y el pollo quedará doradito por todos los lados.
5. Echa en el fondo de la bandeja un chorrito de vino blanco (no lo vertemos por encima para que no se desprenda la sal de la piel), no es necesario poner demasiado vino ya que los pimientos soltarán todo su agua y conseguiremos una salsa fantástica.
6. Lleva la bandeja al horno (precalentado a unos 180º) y asa hasta conseguir que el pollo quede bien dorado —no pongo tiempos porque por supuesto eso depende del tamaño del pollo y de cada horno—. A mitad de cocción da la vuelta al pollo para que se dore de manera uniforme, da la vuelta también a los pimientos y en caso de que veas que estén listos retíralos sin problema, el tiempo que tarden en cocinarse dependerá del grosor.
Como sucede siempre que realizamos un asado debemos estar pendientes, mimar el producto e ir 'bañando' en su jugo la pieza o piezas para conseguir un resultado óptimo.
7. Una vez que el pollo esté dorado a tu gusto, retira la cebolla de su interior —estará cocinada y muy suave— y ponla en el vaso de la batidora. Tritura junto a parte del caldo de cocción.
Vierte en un cazo, lleva al fuego y deja que se reduzca durante unos 15 minutos, rectifica el punto de sal y ya tendrás lista una salsa riquísima para servir —si así lo deseas— junto al pollo y los pimientos (que habrás pelado, retirado las pepitas y partido en tiras).
¡ESPERO QUE TE GUSTE!
Fuente de la receta: Familia Salido-Revilla.
6 comentarios:
Que buenísima pinta tiene el pollo con el pellejo crujiente! Un saludo desde El recetario de Elena!
Una auténtica delicia, en casa en una combinación que nos gusta muchísimo, los pimientos quedan de miedo así.
Besinos.
La imagen habla por si sola, el color dorado del pollo invita a trincharlo sin piedad. Y como los pimientos asados me encanta, pues ya el plato es completo.
Por cierto no sabía que Isla fuera famosa por sus pimientos, con las de veces que tengo pasado de la playa de Noja a Isla....pero claro no paramos mucho no vaya a ser que suba la marea y nos quedemos allí.
Besinos
UN BUEN POLLO COMO LOS QUE A MI ME GUSTAN BIEN DORADO Y CON UNOS BUENOS PIMIENTOS, ASÍ SE HACE!
BESOS
que ricoooo
Lo he hecho hoy y genial... ha triunfado!!
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