Justo eso es lo que le ha sucedido a esta receta, sencilla pero muy sabrosa, ha dejado de acompañar para comenzar a ser acompañada.
El nombre de la receta se debe a la variedad de las patatas, pequeñas y muy ricas, ideales para tomar cocidas.
Por suerte mi suegro tiene huerta y vive en una zona donde las patatas que se cultivan son extraordinarias así que para mi es fácil encontrar la variedad adecuada para cada tipo de cocción...hace años que aprendí, gracias a él, que dependiendo el uso que vayamos a dar a las patatas deberemos elegir una u otra variedad.
Unas son deliciosas para freír y otras sin embargo lo son para cocer...
INGREDIENTES
Patatas pequeñas
Bacon ahumado
Cebolla
Ajo
Perejil
Tomillo
Pimienta negra
Sal
Mantequilla
Aceite de oliva virgen extra
Lo primero que debemos hacer es lavar bien las patatas y ponerlas a cocer en agua con un poquito de sal.
Una vez cocidas dejamos que templen para poder pelarlas. Reservamos
En una sartén con un poquito de aceite de oliva y un trozo pequeño de mantequilla rehogamos la cebolla y el ajo picados pequeños.
Cuando toma un poco de color añadimos el bacon cortado en tiras o dados, dejamos que se dore para que después quede mucho más sabroso.
Es el momento de añadir las patatas, el tomillo, una pizca de sal y pimienta negra. Rehogamos para que tomen bien los sabores, lo cocinaremos a temperatura media y no demasiado tiempo porque las patatas ya están cocidas (únicamente pretendemos saltearlas para que se impregnen de los demás sabores) en el último momento añadimos una pizca de perejil picado y ya estará listo para servir y disfrutar.
Es ideal como guarnición de cualquier tipo de carne pero como sugerencia os aconsejo que lo probéis acompañando a vuestra ensalada preferida, veréis que rico.
Espero que os gusten si os animáis a probarlas...ya me contareis.