Trucos para conseguir purés o cremas calientes de verduras perfectos. Claves para un puré 'diez'
Los purés o cremas de verduras son tan fáciles de hacer y tan agradecidos que tal vez a veces no prestamos la suficiente atención a su elaboración. Lo habitual es poner en la olla rápida una cantidad indeterminada de ingredientes sin orden ni concierto —generalmente todo aquello que anda rodando por la nevera y presenta un lamentable estado de frescura—, añadir agua, una pizca de sal, cerrar la tapa y llevar al fuego unos minutos hasta que está listo para batir y comer ¿A qué sí?
Sobra decir que esta es indudablemente una forma cómoda y rápida de comer saludable, calentito y muy económico, pero podemos añadirle un plus. Podemos conseguir que nuestros purés, además de todo lo anterior, estén alucinantemente buenos.
Hoy repasamos una pequeña guía de consejos para elevar nuestros purés o cremas de verduras a un nivel superior, para que queden deliciosos y en casa nadie vuelva a torcer el gesto cuando los leves a la mesa.
ALGUNAS DE LA CLAVES PARA CONSEGUIR UN PURÉ DE VERDURAS 'diez':
1. Utiliza siempre verdura fresca y de temporada, lo primero puede resultar una obviedad pero ¿Quién no ha caído en la tentación de hacer un puré de verduras indigno con un puerro 'desfallecido', dos zanahorias 'arrugás', medio calabacín (el otro medio acabas de tirarlo porque estaba en un estado lamentable) y un par de patatas con brotes de 30 cm aproximadamente ¿Eh? ¿Quién? jajajajajaja.
Lo segundo es cuestión de lógica, si utilizas verdura de temporada y te adaptas a lo que encuentras en el mercado, ganarás en sabor y ahorrarás un buen pico.
2. Varía tus mezclas, combina los ingredientes, no pongas siempre las mismas verduras u hortalizas para evitar caer en la rutina.
3. Incorpora a la cesta de la compra verduras que no uses habitualmente y de vez en cuando atrévete a añadir alguna especia o hierba fresca, estarás educando tu paladar, potenciarás el sabor y de paso sorprenderás a tu familia con diferentes versiones —italiana si pones orégano, un toque marroquí si eliges hierbabuena, hindú si te decantas por el curry o asiático si optas por el lemongrass o el jengibre—.
4. Define lo que quieres conseguir antes de comenzar a cocinarlo, es decir, piensa si necesitas poner más o menos agua para conseguir una consistencia más o menos espesa. No añadas demasiado agua si buscas una crema ligera, pon la cantidad justa para concentrar sabores.
5. La patata o el arroz resultan un espesante natural fantástico, además su sabor neutro casa con todos los ingredientes que puedas imaginar. No renuncies a un puñadito de arroz o una patata por temor a las calorías, la patata cocida o asada no engorda , deberíamos intentar desterrar esa inmerecida mala reputación.
6. Prueba a asar algunos ingredientes antes batirlos, es un sencillo truco que con la patata y la calabaza funciona de lujo. Eleva el sabor a cotas inimaginables.
7. Bate, bate, bate y continua batiendo para triturar y emulsionar hasta la perfección tus purés o cremas.
Este punto es fundamental, es más, me atrevería a afirmar que se trata de la clave para conseguir un puré 'diez'. Una vez cocinados pon los ingredientes en la Thermomix o en una batidora de vaso —si no la tienes te recomiendo que te hagas con una porque vas a sacarla muchísimo partido—, dale al 'On' y olvídate del tema durante unos minutos. Al menos 6 u 8 minutos para conseguir que quede perfecto. ¡No menosprecies el poder de un buen meneo! Verás que importante es el momento batido.
8. Si te apetece que tenga un toque cremoso añade un poquito de nata especial cocina —leche evaporada para una versión más ligera—, crema agria o queso cotagge.
9. No pongas el aceite antes de cocinarlo, añade un hilo de aceite de oliva virgen extra en crudo sobre el puré justo después de servirlo. Le aporta un delicioso sabor y ayuda a que tenga una textura estupenda, además así conserva todos los beneficios que el aove aporta a nuestro organismo.
10. Sirve con 'toppings' apetecibles, como jamón ibérico en taquitos, tomate confitado (sí, tienes que probarlo, queda riquísimo), huevo cocido o escalfado, semillas de calabaza, sésamo, chía o girasol, frutos secos troceados —nueces, pistachos, avellanas, almendras. anacardos, piñones etc—. También puedes optar por pequeños picatostes de pan, si los preparas caseros y vas variando los sabores; como ajo y perejil, curry, pimentón o mantequilla y orégano, serán la bomba.
En definitiva, cúrrate tus purés o cremas de verduras, que no por ser tan agradecidos son menos importantes.
¡Espero que te resulte útil!
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