La idea de que el lechazo o el cordero son carnes únicamente destinadas a las celebraciones familiares y/o grandes acontecimientos es algo que no sé muy bien por qué, mucha gente tiene instalada en su mente desde siempre.
Se relaciona con la Navidad, con el domingo de Resurrección o de Pascua, con las bodas, bautizos y comuniones. ¿A qué conoces algún caso? jajajaja.
Se toma en contadas ocasiones y debemos perderle ese miedo (miedo a perder la cartera en el intento, dicho sea de paso)
Bueno pues ya va siendo hora de que nos sacudamos esas "viejunas" costumbres, que le demos un toque de modernidad a nuestra relación con el cordero y que lo incluyamos en nuestro recetario básico con total normalidad. Sin miedos infundados, por que siempre que lo desees encontrarás una pieza de cordero que se adapte a tus posibilidades.
Porque, damas y caballeros, existen diferentes cortes para diferentes necesidades. Ten por seguro que encontrarás sin problema un corte de cordero ideal para la receta que estés tramando en ese momento.
- Medallones de pierna: estupendos para prepararles a la plancha con guarnición de verduras o empanados tipo "milanesas".
- Filete fino sin hueso: van genial en bocadillos, tapas, milhojas, rollitos, escabeches etc.
- Tournedó: ideal para los amantes de la carne cocinada "al punto", pudiendo dejar el corazón de la pieza jugoso y no muy hecho.
- Churrasco: puede ser el rey de tus barbacoas este verano. Acompáñalo de salsa barbacoa, mojo o romesco ¡Delicioso!
- Collares o chuletas de cuello: va muy bien para la plancha o brasa también. Deliciosa guisada como el rabo al vino tinto.
- Churrasquito o falda: el que hoy nos ocupa, ideal para guisos o calderetas.
- Filete abierto (cuello): cortado en pequeños trozos, adobado en ajopere y cocinado a la parrilla o plancha.
En fin, mil cortes, mil formas diferentes de disfrutar de la carne de cordero aprovechando desde los cortes más sencillos y económicos hasta las piezas más gourmet.
No me digáis que no hay un mundo de posibilidades.
INGREDIENTES (ingredientes para 4 ó 6 personas)
· 800 gr de churrasquito o falda de cordero lechal
· 1 cebolla
· 2 dientes de ajo
· 1 rama de apio
· 1/2 pimiento rojo
· 1/2 pimiento verde
· 2 zanahorias
· 1 trozo de calabaza
· 3 patatas
· 75 gr de fideo grueso
· 125 gr de guisantes
· 1 cucharadita de concentrado de tomate (pasta de tomate)
· 1 cucharadita de pimentón de la Vera
· 1/2 vaso de vino blanco
· 4 vasos de agua
· Orégano
· Tomillo
· Pimienta negra
· Sal
ELABORACIÓN
1. Troceamos el churrasquito o falda lechal y lo salpimentamos.
2. Ponemos unas 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en la cazuela que hayamos elegido para elaborar nuestro guiso (mejor si es amplia y un poquito alta, si disponemos de una cocotte sería estupendo) y rehogamos la carne a fuego fuerte, moviéndolo con frecuencia para conseguir que se dore de manera uniforme.
Sacamos a un plato y reservamos.
3. Troceamos el apio en medias lunas, el pimiento en brunoise, la cebolla en Juliana, la zanahoria en rodajitas y laminamos el ajo.
Lo rehogamos todo en la cazuela (aprovechando los jugos que ha dejado la carne) hasta que comience a tomar color.
4. Cuando esta dorado, añadimos el pimentón, el tomate concentrado, tomillo y orégano al gusto. Mezclamos cuidadosamente y rehogamos un minuto, enseguida añadimos el vino blanco y mantenemos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol.
Incorporamos el agua y la carne que teníamos reservada.
Tapamos y cocinamos a fuego medio durante unos 20 minutos.
5. Destapamos y añadimos la calabaza y las patatas que previamente habremos pelado, lavado y cortado en cubos de un tamaño regular (unos 4 cm).
Tapamos nuevamente y cocinamos durante 20 minutos más.
6. Cuando queden unos 10 minutos aproximadamente para finalizar el tiempo de cocción, añadimos el fideo grueso y probamos para confirmar que el punto de sal sea el adecuado.
7. Justo 5 minutos antes de retirarlo del fuego, añadimos los guisantes.
Ahora tan solo nos queda esperar unos minutos, apagar el fuego, dejarlo reposar y disfrutar de este maravilloso guiso lleno de sabores. Os aseguro que reconforta hasta el espíritu cuando lo llevamos a la mesa.
¡ESPERO QUE OS GUSTE!
Fuente de la receta: propia.
Enlaces de interés: Canal cordero
@CarneCordero
1 comentario:
Yo con el cordero tengo además del miedo al atraco en la carnicería, miedo al capón que me arrea mi médico cuando me ve el colesterol :)
Pero está tan bueno!!! Ains. Que pena!
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