¡Una de rabas!


Rabas, santo y seña de los fines de semana cántabros.
Imprescindibles si vienes a Cantabria, añoradas cuando sales, un recuerdo de infancia, acompañadas de vermú, blanco o caña son nuestra bandera, un aperitivo del que presumir y sobre el que debatir.
¿Con limón? ¿Sin limón? ¿En anillas? ¿Tiras, acaso? ¿El magano* pelado o sin pelar?
A mi, si puedo elegir; sin limón, en tiras y con piel ¡Por favor!




Rabas, ellas me acompañan desde que el mosto o un Kas de limón (o Fanta de naranja, nunca al revés) eran las bebidas más emocionantes que podías pedir al entrar con tus padres en cualquier bar de Santander.

Ellas estaban en bodas, bautizos y comuniones, sin complejos. Después hubo un tiempo en el que servirlas durante un aperitivo era síntoma de baja estopa o algo peor, eras un hortera.
Afortunadamente ya pasamos esa estúpida "gripe" y de nuevo se ven en los sitios más "chic" o "glam" o cómo se diga.

Comerlas, en Santander es un acto social, el acto por excelencia, casi un rito. En la capital cualquier día es bueno, no es necesario esperar al fin de semana.
Unen, hacen piña, excusa ideal para verse con los amigos y combatir resacas en mañanas domingueras.

Allá donde vamos hablamos de ellas e inevitablemente las comparamos con las de la tierruca.

¿Mis preferidas?
La lista podría ser interminable porque tenemos muchos y muy buenos lugares donde comerlas pero me voy a mojar y os voy a dejar mi lista de imprescindibles.
(importante: el orden de factores no altera el producto. Es decir, no es un ranking)

- Restaurante Laury, Santander.

- Restaurante Cañadío, Santander.

- La Casona del Judío, Santander.

La Tucho, San román de la Llanilla (Corbán-Santander)

- Bar del Puerto, Santander.

-Taberna El Machi, Santander.


¿Mi receta?
Con toda humildad os dejo nuestra receta, como las hacemos en casa. No hay trucos, lo único importante es trabajar con materia prima de calidad y darlas el punto adecuado enharinándolas ligeramente y friéndolas en abundante aceite de oliva suave bien caliente durante unos pocos segundos, ni más ni menos.

Si vienes de visita no puedes irte sin probarlas. Sería como ir a París y cerrar los ojos para no ver la Torre Eiffel o estar en NY y no acercarte a Times Square para saludar a la cámara (¿A qué tú también lo hiciste? jajajaja)

En definitiva, nuestras rabas son diferentes, mera cuestión cultural y algo intrínseco a Santander, bueno a Cantabria en general.
No son calamares a la romana, ni las comemos en bocadillo.
Nuestras rabas son eso, rabas. Y van en ración y sin pan. 


¿Qué, nos vamos de rabas? Venga, que ésta la pago yo.


*así llamamos al calamar en Cantabria.


3 comentarios:

Débora de Lucas dijo...

una de rabas ¡¡¡¡¡ OIDO COCINA ... que buenas me gustan mucho.besotes

Unknown dijo...

Yo añado las de La Radio. A título personal me parecen ricas.
Da gusto ver una cántabra con un blog de cocina!

mar dijo...

HOlaaaaa,
mi madre te escucha en la radio y siempre me habla de ti :) somos de Santander y vivimos aquí, vamos.
Te recomiendo probar las del bar el soplao en el alisal. Y las de uno de liencres pero que no es el Eloy que esas ya veo que las has puesto, es el que está al lado del parque infantil. besucos