Esta es una de esas recetas que se te ocurren de pronto un día para aprovechar cosas que tienes en la nevera y que resultan tan ricas que se convierten en habituales de tu cocina.
Por eso ahora siempre que preparo pisto dejo apartado un poquito para preparar al día siguiente este plato tan sencillo y apañado.
INGREDIENTES
1 bote de garbanzos cocidos (por supuesto podéis usar crudos, tan solo debéis ajustar el tiempo de cocción)
1 zanahoria
3 cucharadas soperas de pisto (cebolla, ajo, pimiento verde y rojo, calabacín y tomate)
Sal
Aceite de oliva
Agua
Lo primero que vamos a hacer es preparar el pisto, es muy sencillo: en un sartén un poco alta ponemos aceite de oliva virgen (no seáis demasiado tacaños) y pochamos la cebolla y el ajo cortados en pequeños trozos. Después vamos incorporando el pimiento verde, rojo y el calabacín (todo cortado en dados) y por último el tomate maduro (si estamos fuera de temporada usaremos tomate natural de lata).
Echamos una pizca de sal y una pizca de azúcar.
Dejamos cocer a fuego medio durante al menos 30 minutos.
Una vez tenemos listo el pisto ponemos a cocer los garbanzos, si son de bote tan solo debéis desechar el líquido donde vienen y ponerlos en la olla rápida junto con la zanahoria partida en rodajitas, agua (lo justo para cubrirlo y un poco más), una pizca de sal y las cucharadas de pisto.
Cerramos la olla y dejamos que suba la válvula, cuando sube mantenemos al fuego durante unos 8 minutos y apagamos.
Esperamos a que baje la válvula y se pueda abrir la olla.
Una vez la abrimos volvemos a colocar a fuego medio para que espese un poquito el caldo y ya estará listo para servir....
¡Espero que os guste!
2 comentarios:
Me encantan estos platos.
Delicioso, sencillamente delicioso, un plato de cuchara rico, rico..
Muaks
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