Asadurilla de lechazo en salsa con toque Tabasco®


Ya se que los platos de casquería como este son deseados u odiados...pero me apetece traer de vez en cuando esos clásicos que cocinaban nuestras madres y nuestras abuelas.
A mi me gustan y creo que aunque sea a muy poquito os pueda resultar interesante esta receta así que hoy: "¡Marchando una de asadurilla!"...



Además se la dedico a mi padre por todas aquellas veces en la que comiendo asadurilla conmigo él se conformaba con los trozos blandos porque a mi solo me gustaba lo duro, ya sabéis, cosas de niños.
Ahora que somos padres nosotros se el valor que tienen esas acciones que salen del corazón y que por supuesto haces de mil amores sin esperar nada a cambio...


INGREDIENTES

1 asadurilla de lechazo
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 vasito de vino blanco
Agua
1 cucharada de harina
1 cucharada de café de pimentón dulce
1 hoja de laurel
Perejil fresco
Aceite de oliva virgen extra (he usado Summum, Señrio de Jaime Rosell)
Tabasco®
Sal

1º- Lavamos la asadurilla muy bien y eliminamos posibles restos que grasa o sangre.
Cortamos en trocitos menudos.

2º- Ponemos en una sartén alta o cazuela una chorrito de un buen aceite de oliva y comenzamos a rehogar la cebolla picada en brunoise y el ajo prensado o picado muy pequeñito.
Cuando está lista la cebolla añadimos la asadurilla troceada y rehogamos un par de minutos más.

3º- Es el momento de incorporar el pimentón, la hoja de laurel y la harina, movemos un poco para que se cocine y no sepa a crudo.

4º- Rápidamente añadimos el vino blanco, sal, el perejil picadito y unas gotas de Tabasco® (no os cortéis porque el toque picante le va genial).
Movemos y dejamos cocinar a fuego medio-suave unos 30-35 minutos. Serán suficientes para que la asadurilla esté en su punto y consigamos una salsa de las que te pones a untar pan y pierdes el Norte.
Si vemos que la salsa espesa demasiado añadimos un poquito de agua y rectificamos de sal.

5º- Apagamos, dejamos reposar unos minutos y ya estará listo para disfrutar de un plato de los de siempre, de los que no hay que olvidar porque forman parte de nuestra cultura gastronómica y mucho más importante aún, de nuestros recuerdos.


¡ESPERO QUE OS GUSTE!

Fuente de la receta: familiar.
Elaborada con la colaboración de Beneoliva y Tabasco®.

Un aceite variedad arbequina de una calidad excepciona, 100% recomendable.



6 comentarios:

Cocinando con las chachas dijo...

Cuando vemos estos platos siempre pensamos, ¿por que nuestra madre nos tuvo que dejar el colesterol de herenci? Una pena muy grande pero bueno la haremos en casa para los demás y nosotras la probaremos, otra no nos queda. besos

http://cocinandoconlaschachas.blogspot.com.es/

Manolo dijo...

Se agradece un poco de casquería para los que gustamos de esas delicias viscosas pero no sabemos hacer los platos en cuestión. ¿Para cuándo una receta de hígado encebollado? Aunque será parecida a esta, no?

maite dijo...

mi marido siempre quiere q le haga asadurilla.le encanta y nunca se lo hago porque no tenia receta..me ha dado mucha alegria de ver tu receta de asadurilla..la hare seguro.gracias por hacerla

Eva Gema dijo...

Uhmmmm, una manera muy rica de comer asadura! besoss

Gema

Belen dijo...

Yo no me gusta toda, pero no soy de la que pone malas caras, y algunas como los callos me encantan, otras no las he probado como esta y otras posiblemente no las probaré. Pero Ole por este tipo de recetas.
Buen finde

Mar Izquierdo dijo...

Muchas gracias por la receta, porque en casa siempre la hacemos frita con tomate y así tiene que saber divina.

Besos.