Se sirven en la cazuela donde les cocinan y acompañados de patatas fritas, aunque os pueda sorprender la combinación ,os garantizo que está deliciosa.
INGREDIENTES
1 kg de mejillones
1 cebolla
1 puerro (la parte blanca)
1 diente de ajo
1 cucharada de Curry
Una pizca de cúrcuma
Un poquito de mantequilla
1 brick de nata pequeño
1 vaso pequeño de vino blanco
ELABORACIÓN
1. Ponemos los mejillones limpios en una cazuela SIN agua, sólo con el vasito de vino blanco.
Cuando se van abriendo vamos retirando a otra cazuela y mantenemos tapados para que no se enfríen.
2. Colamos el caldo resultante de abrir los mejillones, es una mezcla de su propio agua y el vino blanco. Reservamos.
3. En la misma cazuela donde hemos abierto los mejillones ponemos un trozo pequeño de mantequilla y sofreímos la cebolla, le puerro y el diente de ajo muy picadito.
Cuando está transparente añadimos el curry, la cúrcuma, un vaso del caldo de los mejillones y el brick de nata. Dejamos hervir durante unos 4 minutos a fuego fuerte.
NO pongáis sal , que seguro que no es necesario.
Podéis añadir una pizca de pimienta negra recién molida.
4. Una vez ha hervido, vertemos la salsa resultante por encima de los mejillones y servimos.
Allí los sirven MUY calientes, casi hirviendo, a mi me parece un poco excesivo pero debe ser la tradición.
Hoy no les he acompañado de patatas fritas y mayonesa mezclada con mostaza de Dijón (también conocida como "Dijonnaise") pero es la costumbre y quedan deliciosos.
¡ESPERO QUE OS GUSTEN!
Fuente de la receta: propia.